Para
la
siembra del durazno se requiere tener en cuenta varios aspectos, primero la
distancia que van a tener entre plantas, la segunda el tamaño del hueco, y por último la condición
del suelo, si es plano, ladera o falda.
Dependiendo
de la variedad de durazno se manejan distintas distancias,
hay variedades que
no tienen mucho volumen foliar, y se ven reflejadas en plantas pequeñas las
cuales se pueden sembrar a distancias de cuatro metros, por ejemplo la variedad
“Diamante”, lo que equivale que en una hectárea aproximadamente se puedan sembrar
alrededor de 250 plantas. En cambio si se siembran variedades como “Amarillo o
Rojo Ingerto” la distancia debe ser más grande debido a que las plantas presentan
un mayor volumen foliar y se pueden desarrollar más grandes, en este caso la
distancia debe ser mayor oscilando entre siete y diez metros de distancia de
tal forma que a la planta cuando este en fase productiva no choque una con otra
y le quede el suficiente espacio para que ingrese la luz del sol. |
| Plantación de Variedad Rojo Ingerto |
El tamaño
del hueco influye en la siembra, puesto que la planta necesita encontrar un
ambiente agradable donde desarrollarse, esta necesita conseguir tierra suelta
donde sus raíces se puedan acoplar al terreno fácilmente y no encuentren
resistencia, para esto se recomienda tener un hueco mínimo de 50 cm de ancho x 50
cm de alto y 50 cm de profundidad.
Cuando
el terreno no es plano se recomienda sembrar las plantas a menor distancia,
puede ser de 5 o 6 metros de distancia y
controlar la planta para que no crezca demasiado, debido a que se hace más difícil
la recolección del fruto cuando está en cosecha. Normalmente la planta en un
terreno faldudo no tiene la misma capacidad de producción que una en tierra
plana, por eso en terreno no plano es mejor sembrarlas a menor distancia.
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